EL PODER DE LAS PALABRAS

Todo en el Universo es vibración. Todo aquello que tiene vida, se transmite a través de vibración: la naturaleza, el cuerpo físico, los hechos que visualizamos, el sonido, así como la voz y su expresión.

A veces siento que el vocabulario es escueto para expresar lo que siento. Muchas veces ocurre que desconocemos nuestras emociones y por lo tanto, resulta difícil ponerles un nombre, pero otras, simplemente no encuentro la manera de transmitir con exactitud lo que estoy viviendo; por muy rico y extenso que sea nuestro léxico, en ocasiones se me queda corto.

Venimos de un lugar en el que no nos comunicamos mediante la palabra, tampoco de forma telepática, sino que lo hacemos desde el corazón. En muchas de mis visiones veo ese medallón que llevamos colgado de nuestro cuello, a la altura del pecho y que vibra con gran intensidad constantemente, como si se tratara de un fragmento de nuestra aura. Es a través de ese colgante, de donde nos conectamos l@s un@s con l@s otr@s; por lo que no necesitamos verbalizar, ni tan siquiera gesticular. El mensaje llega por medio del corazón, así que no existe la mentira ni el engaño, tan sólo transparencia.

Por ello insisto tanto en que, en este plano, en esta tercera dimensión, tratemos de conectar nuestro corazón con todo lo que hagamos: con nuestros gestos, nuestras acciones, nuestras miradas y por supuesto, con nuestras palabras. De esta manera podremos traer la Sabiduría que tenemos cada un@ a nuestra vivencia; estar en casa, aunque nos sintamos separad@s de ella o crear el cielo en la Tierra.

Utilizar las palabras concisas muestra el grado de apertura de conciencia que tenemos. Lo mismo ocurre con las expresiones verbales, con la Energía que las habita (es decir, desde dónde me comunico, desde la verdad, el amor, la sinceridad o desde el rencor, la frustración, la manipulación…) o con la Presencia desde la que me expreso (ésta es la forma de manifestarse del subconsciente).

Cuando hablamos, incluso cuando lo hacemos de una forma prudente, lo que estamos transmitiendo son nuestras creencias, nuestros prejuicios, nuestra realidad. Por ello es tan importante expresarnos y más si lo hacemos en un contexto de amor y cuidado; porque al hacerlo, estamos liberando una parte desconocida para nosotr@s y por lo tanto sanando heridas olvidadas e incrustadas.

Deberíamos darnos permiso para contarle al otro cómo me siento realmente o lo que pienso en verdad; no para “ayudar” al otro, sino para ayudarme a mí. Esta es la forma de descubrir mi sombra, aquello que se encuentra tan grabado en mí que lo considero “normal” y que forma parte de mi mapa mental, dando por hecho que mi mapa, es el mismo que el tuyo.

Hablamos para escucharnos a nosotr@s mism@s, para observarnos mientras lo hacemos, para conocernos un poco más, para salir del desasosiego, para darle rienda suelta a un llanto silencioso que crece en nuestro interior. Sin darnos cuenta, hablamos para abrir el corazón y satisfacer nuestra necesidad de pertenencia.

Desenredar ese mapa mental, acogerlo o compartirlo, nos adentrará en el camino del crecimiento personal y la búsqueda espiritual. Entender que mi mapa no es el tuyo, que lo que es importante para mí, quizás no lo sea para tí, que mis creencias tal vez sean opuestas a las tuyas, es un paso importante para acercarme a tí, en vez de violentarme y alejarme.

Aunque las palabras son importantes, lo es más permanecer atent@s a la intención que hay tras ellas y permitir desnudarnos ante el otro para ser rescatad@s, como si de un acto pisco-mágico se tratara, de nuestra propia oscuridad.

Recuerda que eres tú quien te salva de tus miedos, eres tú a quien más le importas. Recuerda que tú deberías de ser tu primera opción, tu primer amor, tu primera entrega y tu bálsamo de paz. No olvides que tú también eres vibración, igual que yo, porque somos hij@s del Universo y que este microcosmos que es la Tierra, lo estamos creando con esa vibración, así que busca dentro de tí desde dónde construyes y cómo lo haces.

Las palabras tienen un gran poder, son la verbalización de tu mundo interno. Ese poder habita en tu interior, de la misma forma que lo hacen tus sueños y tus anhelos. Conocerlos te acerca más a tí, me acerca más a mí, nos ayuda a encontrarnos para navegar por océanos desconocidos repletos de humildad y conciencia, colmados de tesoros escondidos.

Así que te animo a que te escuches, escuches tus palabras, tu voz interior , tu silencio y a que encuentres los cielos más azules y un corazón en paz.

 

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