LA EXPERIENCIA HUMANA

Ya es una verdad en mí el hecho de que no hay que hacer grandes cosas en la vida, ni grandes ni pequeñas, tan sólo hay que estar, hay que vivir.
Decidimos venir, encarnar y experimentar la tercera dimensión. Todo el Universo ayudó a cumplir nuestro plan, confabuló a nuestro favor para que la Energía que somos penetrara en un cuerpo y se hiciera materia. Desde el otro lado quisimos llegar a éste para indagar una experiencia humana y así ocurrió.

Por ello tiendo a una vida sencilla. A dar largos paseos en la naturaleza, a oler el campo y la tierra, a permanecer delante de mi ventana mirando el cielo cuando está azul, a salir de noche al encuentro de la luna llena, a estar a solas mucho tiempo para escucharme, a caminar pisando el suelo con mis pies descalzos, al silencio, a la desnudez de mi cuerpo y de mi alma… a no hacer.

Todo ello lo hago no cuando tengo tiempo, sino cuando dedico mi tiempo a ello. El tiempo no existe, lo que existe es el uso de mi tiempo, la atención que le pongo a mi tiempo, mi entrega y compromiso con mi tiempo.

Nos han enseñado a que el tiempo debe ser productivo. A hacer muchas cosas en el menor tiempo posible. A estar ocupad@s, activ@s, a ser trabajador@s. De tal manera que socialmente no es aceptable ser una persona ociosa, tener mucho tiempo libre o caminar lentamente (¿te has fijado lo rápido que camina la gente?) De esta forma estamos destruyendo nuestra creatividad porque ésta necesita de quietud, de silencio, de indagación, de momentos de soledad…

El no hacer no significa aburrimiento sino nacimiento. Cuando creamos nacemos, emerge ese verdadero Ser que se oculta bajo innumerables máscaras sociales, que está lleno de Luz y que necesita expandirse. Crear es partir hacia un nuevo camino, salir de la zona de confort e investigar nuevos horizontes. Crear es conectar tu cuerpo físico con tu cuerpo estelar y contagiar a l@s demás con la Energía que habita en tí. Es manifestar la Magia que germina en tí…

No se trata de hacer, se trata de vivir esta experiencia, de abrirnos completamente confiad@s a las sorpresas que nos guarda la Vida, sabiendo que miles de Seres invisibles cuidan de nosotr@s desde otros planos, con el amor que son y el destello que emanan.

Se trata de confiar en que estamos aquí, en La Tierra, por elección propia, por un deseo de nuestra Alma y que todo lo que acontece en nuestras  vidas pertenece a un plan conciencial entre muchas familias álmicas. Así pues, ríndete, no luches, confía en tí mism@, en esa elevada Vibración que nos sostiene y dedícate a vivir, a vivir todo lo que llegue o acerques a tu experiencia terrenal, porque nuestras vivencias no dejan de ser eso, una experiencia, ni buena ni mala, simplemente…. una experiencia.

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