ABRIR EL CORAZÓN

ABRIR EL CORAZÓN

febrero 4, 2019 0 Por loscielosmasazules

Recuerdo que al empezar mi etapa adolescente, sentía miedo a mostrarme ante los demás porque pensaba que podrían hacerme daño. Era tanta mi vulnerabilidad que no la aceptaba y la veía como un fracaso. Lo importante para mí era ser fuerte, luchadora y alegre. Todo lo demás era sinónimo de derrota.

Necesité muchos años, vivencias, pensamientos, personas y enseñanzas para salir a la calle relajada y confiada. Así que comencé otra etapa, una en la que ya no veía a los demás como “malos” sino como personas heridas expresando constantemente su dolor. Cuando fui consciente de que tod@s vivíamos en el mismo mar de lágrimas suavicé mi presencia y mi actitud incluso conmigo misma. Percibir aquellas heridas me hizo sentir verdadero amor por las personas y por supuesto, amor hacia mí.

Mi mente me dijo: “La gente siente el mismo dolor que tú, lo mismo que necesitas tú, necesitan los demás” La respuesta la tenía muy clara: yo necesitaba amor. Quería cambiar el mundo, que todo se volviera amoroso, que nos pudiéramos mirar a los ojos con tranquilidad y en confianza, que se respirara dulzura y que oliera a paz; así que me di permiso para abrir mi corazón, escuchar su latido, sintonizar mi sentir con mi voz interna y entregarme a un mundo que ya no veía tan hostil.

Abrir el corazón es un acto de amor sincero hacia el amor de verdad. Es volver a la Fuente, entrar en el origen de la vida y darnos un baño de estima y adoración. Es sentirnos tod@s uno, hij@s del mismo sentimiento, del mismo fervor, de la misma compasión. Es partir hacia nuestra sabiduría olvidada y decidirse a recordarla para volver a instaurarla como un hábito de vida, como una forma de Ser y Estar.

Para abrir el corazón es importantísimo recordar que no debemos tomarnos nada a nivel personal, tal y como adelanta el Dr. Miguel Ruiz en su libro “Los cuatro acuerdos”. Tanto lo que recibimos como negativo desde fuera como lo que recibimos en positivo. No debemos darle fuerza a las voces externas. Si lo conseguimos, la atención estará más en nuestro interior y aprenderemos a confiar más en nosotr@s mism@s y a recuperar esa autoestima perdida.

Abrir el corazón supone un ejercicio de humildad y sencillez gigantesco. La mayoría de nosotr@s nos vemos diferentes al resto, creemos que somos más sensibles, más bondados@s o más respetuos@s que los demás. Cuando destapamos nuestro corazón ya no hay nada que esconder y podemos ver en nuestro interior las mismas miserias que vemos en el otro. Podemos observar que no somos tan diferentes y que surfeamos por las mismas aguas oscuras y transparentes de nuestro profundo océano emocional. Cuando miramos al otro de forma horizontal y con modestia estamos abriéndole un espacio en nuestra intimidad más amable y cariñoso.

El corazón está deseando exhibirse para manifestar la Energía que lo habita. Está cansado de esconderse y vivir en la trastienda. Es el guardián de una de las energías más poderosas que existen en el universo. Necesita expandirse, surcar nuevos cielos, contagiar, ilusionar y especialmente amar. El corazón necesita amar y amarlo todo, tanto lo que nuestra mente describe como positivo como lo que juzga de negativo. Necesita que volvamos a confiar en él para que recupere su liderazgo y nos muestre el Camino de vuelta a casa.

Para abrir el corazón necesitarás:

  • Relajar todo el cuerpo
  • Respirar despacio
  • Bajar la voz de tu mente (o apagarla)
  • Confiar
  • Una sonrisa eterna
  •  

 

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