LA DANZA DE LA IMPERMANENCIA

LA DANZA DE LA IMPERMANENCIA

marzo 10, 2019 0 Por loscielosmasazules

Desde que empieza el día puedo percibir los cambios constantes que se suceden en el devenir natural de la vida. Solamente fijarme en el sol, en su movilidad, en su luz, me hace darme cuenta de los contínuos cambios que se producen constantemente a mi alrededor, de los que a menudo, no soy consciente.

La naturaleza es el mejor ejemplo de la transitoriedad de la materia y también de su entramado cíclico. Podemos verlo en las estaciones, en el ciclo del día y la noche, del agua, del carbono o del nitrógeno, en la fotosíntesis, en la caída de las hojas y de las flores, etc, etc… Todos ellos son procesos de vital importancia que ayudan al ser humano a tener y disfrutar de una mayor calidad de vida.

También ocurre algo parecido con los pensamientos y con nuestras emociones.

La mente tiene tres cualidades fundamentales que pueden ayudarnos a comprender el funcionamiento de la misma:

En primero lugar, la mente nunca está en el momento presente. Su naturaleza la obliga a adelantarnos al futuro o a recordar momentos del pasado, pero no a saborear el instante que estamos viviendo. Párate unos instantes, deja de leer y observa si realmente sucede así en tu caso. Te darás cuenta de que es así y entonces yo puedo decirte: ¡Bienvenid@ al club porque no te pasa solo a tí! La mente realiza muy, muy bien su trabajo que no es otro que, alejarnos del aquí y ahora; de manera que es normal escuchar: ¡Qué rápido se pasa la vida! Pero ¡cómo no se va a pasar rápido, si nos estamos adelantando a los acontecimientos constantemente!

La segunda propiedad de la mente es su naturaleza negativa. Deténte de nuevo y observa: ¿Cuántas veces tus pensamientos te llevan hacia lo positivo, hacia qué suerte tienes en la vida o qué bueno que esté lloviendo? Todo el tiempo, la mente nos arrastra hacia el lado negativo de las cosas, de las situaciones o incluso, de las personas. Siéntelo unos instantes y recapacita sobre ello, te darás cuenta de que así es y yo podré decirte: ¡Bienvenid@ al club porque no te pasa solo a tí!

La tercera característica de la mente es que es cíclica, es decir, que vuelve a llevarte a los mismos pensamientos una y otra vez y que nunca se cansa, quizá el/ la que te canses seas tú, pero ella nunca. Su forma de existir es así, siendo repetitiva, de forma que puedes encontrarte pensando la mayoría de las veces en lo mismo sin que lo desees, lo que en Mindfulness llamamos RUMIAR.

A las emociones les ocurre algo parecido. Te invito a que realices un ejercicio mañana por la mañana al levantarte. Permanece atent@ desde que te levantas hasta el momento en que salgas por la puerta de tu casa, las veces que has cambiado y pasado por distintas emociones. Tal vez te levantes de mal humor y al tomarte una ducha o un café, todas esas nubes negras de tu cabeza se vayan disipando, pero de repente tus hij@s no quieren aupar de la cama y te están retrasando la planificación de la mañana, por lo que… ¿te enfadas? Sin embargo cuando logras sacarlos de la cama, ayudarles en su aseo y acompañarlos al cole y te despiden con un “te quiero” o un “gracias” te sientes pletóric@. ¡Siiii! pero al coger el coche alguien ha aparcado delante tuya y no puedes salir y vas a llegar tarde al trabajo y…

Es una montaña rusa de emociones las que vivimos al cabo del día. Tienen tantos nombres que no cabrían en unas líneas (el miedo, la felicidad, la rabia, la tristeza…) y las vivimos todas o casi todas, la mayoría de los días. Reconocerlo en nuestro interior, saber que es así y darle el espacio que necesitan es obligatorio para conseguir la paz mental.

“El gran valor de las emociones es que contienen fragancias del alma, y si sabemos entenderlas y atenderlas como es preciso, las podemos aprovechar para crecer en sensibilidad, en humanidad y en alegría de vivir, además de en conocimiento y saber” Eva Bach, autora del libro La Belleza del sentir

Aunque encontrarás diferentes opiniones al respecto, yo soy de las que opinan que el pensamiento crea la emoción (para el Mindfulness no siempre es así) y que, debido a nuestra falta de atención, la mente tiene muchísimo poder sobre nuestra personalidad y la forma que tenemos de vivir la vida, por lo que es importantísimo empezar a observar nuestros pensamientos para ver a dónde nos llevan. Sólo así podremos cambiar patrones de comportamiento que nos llevan al sufrimiento contínuo y gratuito.

Darnos cuenta que la naturaleza cambia, que los pensamientos cambian y que también lo hacen nuestras emociones, podría ayudarnos a no identificarnos con nada de ello, ni con la materia, ni con la mente, ni con las emociones. NO SOMOS LO QUE PENSAMOS, ni lo que comemos, ni lo que sentimos, afortunadamente somo mucho más y estamos viviendo una experiencia para demostrarlo. hh

Todo es impermanente, es decir, que es cambiante, que no permanece, de la misma forma que todo es perfecto. Así que, si estás pasando un mal momento, si te sientes triste, sol@, desesperad@, ¡baila la danza de la impermanencia porque pasará! y si estás pasando un buen momento, si te sientes feliz, triunfador@, exitos@, ¡baila la danza de la impermanencia y recuerda que también pasará!

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