PON EN MARCHA TU VIDA
Comienza a tomar fuerza una palabra llamada POSTERGACIÓN ¿te suena? Significa dejar atrasado algo o dejarlo para después. Si ésto sucede, es porque realmente está sucediendo en nuestras vidas. Quizás ésta palabra ha llegado como un tsunami a tu vida, como lo hizo en la mía. Cuando llega esta palabra, nos hace pararnos, tomar conciencia y preguntarnos para qué o por qué dejo con facilidad las cosas, las decisiones o los sueños para otro momento. Es algo que le pertenece a nuestra Energía Femenina, lo cual no quiere decir a las mujeres, sino a esa parte Femenina que todos los Seres Humanos tenemos. La Energía Masculina (que también habita en tod@s nosotr@s) tiene una cualidad contraria a la postergación y es la de la ACCIÓN, la de enfocarse en un proyecto y dirigirse hacia él.
Son diversas las causas de la procrastinación. Puede ser por:
- Pereza
- Miedo
- Verlo con un desafío
- Parecernos difícil
- Encontrarlo tedioso…
Cualquier motivo es acogido por la mente, como una razón a tener en cuenta para evadirnos de aquello que queremos alcanzar. Podría decirse que es un hábito de comodidad o que nos hace situarnos en nuestra zona de confort y que podría estar unido a la falta de autoestima o a la inseguridad. Sin embargo, se convierte en una gran barrera que nos impide conseguir nuestras metas; porque dime… si no es ahora ¿cuándo? ¿Cuando hayas resuelto tus problemas? ¿Cuando estés preparad@? ¿Cuando estés segur@? ¿Cuando tu situación sea diferente? Si escuchas a tu mente, ningún momento será el adecuado para hacer aquello que más miedo te da y que por lo tanto, más deseas. La mente encontrará constantemente obstáculos o problemas que te hagan desviarte de tus objetivos y cuanto más la obedezcas, más poder tendrá sobre ti.
Nos hemos olvidado de que vivir entraña correr riesgos y que éstos son muy sanos en sí mismos, pues nos ayudan a superarnos, a fortalecer nuestra voluntad, a comprometernos con nosotr@s mism@s. Correr riesgos favorece la no dramatización de la vida, quitarle hierro a los asuntos cotidianos que nos parecen mucho más gigantes de lo que son. Nos anima a seguir consiguiendo metas e incluso a encontrar el lado divertido de aquello que consideramos errores o desdichas. Por ello, llegado a este punto, hay que considerar que éxito y fracaso son lo mismo. El éxito siembra las semillas del fracaso futuro y el fracaso, puede traer un éxito posterior. Para aquellas personas que transitan el Camino Espiritual, la intrepidez no significa creernos en el lado correcto porque tenemos éxito, ni tampoco que nos sintamos castigad@s cuando fracasamos. Vivir el Camino con alegría, sabiendo que el viaje no tiene fin y que en muchos momentos del mismo volveremos a situarnos ante la misma tesitura: acierto o error, sería lo que quizás nos motivaría a la no postergación, a aventurarnos en nuestras decisiones con o sin miedo y a sentir ambas emociones en nuestra andadura.
CONFÍA EN TÍ
No postergar significa creer en ti y encontrar en algún lugar dentro de ti la suficiente valentía que te conecte con la acción, con la determinación y la aseveración de que es tu decisión, aunque te equivoques, aunque te lastimes. Activarte hacia ese propósito significa abrir tus alas y sentirte merecedor/a de un sueño que permanece escondido en un rincón de tu mente, dispuesto a ser encontrado y conquistado. Significa renunciar a tus miedos, dejarlos a un lado y confiar en tí, en que vas a estar bien, aunque te equivoques; que vas a estar segur@ y que la responsabilidad en tu elección te hará vivir aquello que tu proceso conciencial y evolutivo necesita vivir. Significa escuchar a tu niñ@ interior y permitirle salir de su silencio para que te colme de sorpresas y te conecte de nuevo con tu espontaneidad.
Tod@s tenemos sueños esperándonos, pero se nos ha olvidado que si no los conquistas tú, habrá otr@s que lo hagan. No será mejor ni peor, puesto que tanto hacerlo como no hacerlo, te aportará una comprensión incondicional ; sin embargo tu habrás perdido la oportunidad de vivir esa experiencia. Postergamos aquello que más queremos obtener, lo que implica dejar de ocupar nuestro lugar en la Tierra. El universo es un lugar de abundancia infinita, no es egoísta satisfacer tus necesidades o volar hacia tus sueños, porque cada un@ de nosotr@s tenemos los nuestros y hay espacio para todos ellos. No hacerlo es causar una agresión a nuestros sueños y a nosotr@s mism@s. Cuando tu te haces más grande, haces más grandes a l@s demás.
Mostrar la grandeza del universo nos honra y nos llena de alegría, no de abatimiento. Es posible aprender y continuar más allá de los inconvenientes puesto que somos los actores principales de nuestras vidas, por lo que podemos ponerle un límite a la postergación y decir ¡BASTA YA!
El universo es un constante fluir de energía. Cada palabra que usamos, cada pensamiento, cada acción nos acerca a un espacio cuántico lleno de miles de posibilidades. Todas nuestras acciones implican elecciones, por lo que no dejamos de crear oportunidades de ser, de sentir, de manifestar; por todo ello considero como una obligación moral y social el accionar hacia nuestros sueños. Descubrir qué es lo que quiero y enfocarme en su logro es otra forma más de empoderamiento, de creer en mí.
ERES MÁS VALIOS@ DE LO QUE CREES
Podemos llegar a hacer y a ser muy grandes, pero para ello debemos creer en nosotros mismos. No olvides soñar. Cada día deberíamos soñar, con los ojos cerrados o con los ojos abiertos; deberíamos vivir esa vida que queremos vivir… no esperes a nadie ni a que acontezca un momento determinado, no esperes y ¡vive tu vida! Cualquier momento encierra una oportunidad, un trampolín, un cohete que te llevará directamente hasta tus sueños. Vinimos aquí para ser felices y para vivir una experiencia, así que es tu deber cumplirlo. Es tu deber ser feliz y deshacerte de todos aquellos pensamientos que te lo impiden y te hacen disminuir tu confianza en ti mismo. Eres una persona capaz y merecedora de todo lo bueno, de la vida abundante, así que no escatimes, no dejes de soñar, de amarte y de experimentar felicidad y alegría. Cuanto más feliz seas, más felicidad irás dejando a tu alrededor y a todos nosotros, aunque sea a través de estas letras, nos contagiaremos de tu felicidad. Así que, si alguna vez tu mente no encuentra motivos para soñar y poner en marcha tu vida, recuerda AGRADECER y ser feliz al menos, por los que tienes a tu alrededor, por tu familia, por tu comunidad, por tu grupo de amigos y también por mí, por una persona que estaba detrás de un texto que leíste una vez, con la que pasaste un momento de tu vida…
No esperes y pon en marcha tu vida… Los momentos desaparecen, las personas vuelan. Las oportunidades las creas tú cada vez que se presenta ante tí una elección; así que conecta tu acción a tu corazón y lánzate a vivir todos tus vuelos pendientes porque ¿reealmente sabes que habrá un mañana para poblar tus sueños?
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