CUENTA CONMIGO
Imagina que nos acabamos de conocer…. El primer contacto visual… Yo te miraría a los ojos, me acercaría a tí y supongo, te abrazaría. Me gustaría oir tu voz, olerte y observar tus gestos y cómo te expresas. Así comenzaría nuestro encuentro, dentro de un mundo infinito, lleno de posibilidades por vivir o incluso ya vividas (dicen que el tiempo comienza en el futuro, en un deseo imaginable, que ni siquiera es tangible y que acaba manifestándose). A partir de aquí querría saber quién eres (si es que lo sabes) lo que es importante para tí, en qué ocupas tu tiempo… pero especialmente querría saber si puedo contar contigo.
Querría saber de tí, pero no del nombre de tu colonia o dónde te compras tu ropa. Querría saber qué habita en tu corazón, qué te hace levantarte por las mañanas o qué tipo de películas ves para saber de qué te nutres. Me gustaría saber si me aceptas aunque pensemos diferente, aunque veamos la vida de una forma opuesta, aunque yo no te aceptara a tí…
Quizás te preguntaría si te gusta tu trabajo, pero en realidad me interesa más saber si eres feliz realizando esa tarea. Aunque tal vez todo esto sea mi mente. La mente manipuladora que quiere saber, que busca en lo más profundo para sabotear cualquier relación, para mantener alejadas a la personas, para hacernos sentir sol@s.
En realidad, cuando una persona se encuentra con otra, lo que estamos pidiendo es ser vist@s, es encontrar ese vínculo que nos une, tener una conversación que nos desnude el Alma de una forma tan sutil que queramos volver a tener un nuevo encuentro o muchos encuentros.
El mundo tiene alrededor de 7.545 millones de habitantes. Yo no conozco ni siquiera a un 1% de la población, así que la mayoría de las personas que viven en el mismo planeta que yo, son unas auténticas desconocidas para mí. Tal vez a tí te ocurra lo mismo, supondré que así es; sin embargo, creo que a tod@s nos mueve lo mismo: superar los retos que se presentan en nuestro día a día, satisfacer nuestras necesidades, sentirnos bien con nosotr@s mism@s, aprender y disfrutar de la vida… No importa el lugar del planeta en el que habitemos, tampoco nuestra cultura o nuestras creencias, lo cierto es que existen ciertos aspectos que son universales y si los tuviéramos en cuenta, sería una forma preciosa de acercar nos l@s un@s a l@s otr@s. Por lo tanto ¿qué es lo que nos mantiene tan alejad@s? ¿por qué nos sentimos tan sol@s?
¿QUÉ NOS MANTIENE SEPARAD@S?
Cada vez que visito una gran ciudad, no importa en el país donde se encuentre, observo la velocidad con la que las personas caminan o circulan los vehículos. Ahora, además, se les une la moda de llevar auriculares (todavía no sé si es para escuchar algo o para aislarse todavía más del exterior). La gente a penas se mira a los ojos y mucho menos, mantiene la mirada. Cuando alguien es sorprendid@ por la mirada de otr@, simplemente gira la cabeza hacia otro lado o baja la cabeza, en vez de sonreir y agradecerle su mirada, en vez de acercarse a esa persona de algún modo.
¿Se nos ha ocurrido, tal vez que si alguien me mira es un intento de acercamiento? O tal vez sea una forma de pedir ayuda, o ser vist@…
Creemos que somos diferentes. Sentimos que lo peor del mundo mundial nos ocurre sólo a nosotr@s, la mayor catástrofe es la que estoy viviendo yo. Por muy mal que tu lo estés pasando, no puedes ni compararte a mi vivencia. Siempre la vivencia de cada persona es lo más (lo más “malo” o lo más “bueno”) Sin embargo, a menudo olvidamos nuestra naturaleza humana, nuestras emociones, nuestras necesidades; todas estas actitudes o capacidades que tenemos en común los seres humanos, esas que son universales, que son las mismas para todos los habitantes del planeta.
De esta forma, olvidamos también ponernos en la posición del otro y empatizar con su dolor. Nos miramos tantas veces el ombligo que desatendemos al otro en su momento de mayor escasez, de mayor aprieto.
SOY COMO TU
La alegría une, pero la tristeza también
Por lo tanto, quiero que sepas que puedes contar conmigo, que quizás no te entienda o no pueda ni acercarme a imaginar tu dolor, pero sí que puedo escucharte o abrazarte o permanecer en silencio o mirarte a los ojos. Contar conmigo significa que, aunque no esté físicamente, puedes pensarme o llamarme y entonces yo estaré.
Puedes contar conmigo para unas risas y también para unas lágrimas; para un baño de sol o un chapuzón en el mar, para explorar más en tu interior, para abrir nuestro corazón, para vivir…
Puedes contar conmigo también desde esta pantalla. Desde que comencé a sumergirme en las aguas de las redes he descubierto a varias personas por las que, sin conocerlas físicamente, sin habernos encontrado en persona, siento un gran amor y nos une un sincero cariño; por lo tanto, este mundo virtual también une y puede hacerlo entre nosotr@s también.
Quiero que sepas que puedes contar conmigo, que no estás sol@, que me pongo triste igual que tú, que me río seguramente de las mismas cosas que lo haces tú, que tengo miedos, que siento asco, que me enfado y grito y bailo y canto…. que soy como tú, que eres mi espejo o mi doble o aquella persona que elegí en algún momento de mi existencia para que me ayude a recordarme.
Siempre podrás contar conmigo, aunque yo no lo sepa.
Puedes leer, escuchar y ver más en:
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La conexión que nos une es bestial, a las 4:44 me he despertado y me has venido tu a la mente,a la mente de mi corazon, gracias por ser, un ser tan bonito,reluciente,transparente,brillante,un espejo,limpio…te quiero
Cierto. Existe una gran conexión entre nosotras que trasciende el mundo físico, lo tangible. Procedemos de la misma estrella. Gracias por venir, por aterrizar y hacer esta Tierra infinitamente más bonita.